La huella de carbono que deja una planta o una flor preservada frente a sus homónimas artificiales o naturales es mucho más baja, es decir, son más respetuosas con el medioambiente.
Antes de continuar, es necesario que hablemos sobre el concetpo de huella de carbono.
Se trata de un indicador que permite medir la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) emitidos por parte de un producto. En otras palabras, mide el impacto que tiene sobre el medioambiente el desarrollo de una actividad. Estos gases se miden en CO2 equivalente.
El cálculo de este indicador nos permite evaluar los riesgos asociados al cambio climático que provocan los gases de efecto invernadero. De esta forma contamos con datos reales para llevar a cabo soluciones efectivas que permitan su reducción y control.
Reduciendo los índices de huella de carbono contribuimos a reducir el calentamiento global y el efecto invernadero.
LAS FLORES Y PLANTAS PRESERVADAS EMITEN UNA HUELLA DE CARBONO MUY BAJA.
Si eres asiduo a este blog sabrás que 'las preservadas' no necesitan agua ni luz para su mantenimiento. Su larga duración y su bajo consumo de energía las hacen totalmente ecológicas.
Su cultivo, 100% natural, también contribuye activamente a su función ecológica.
Desde Decoverd nos gusta recordaros que las flores y plantas preservadas mantienen su aspecto y belleza tras el proceso de conservación durante un largo periodo de tiempo.
Como empresa estamos comprometidos con el futuro de nuestra sociedad y del mundo que nos rodea. Por ello, contribuir con nuestros productos a un mundo mejor nos hace muy felices.
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