Seguro que este nombre te suena a chino. Pues no, es japonés. Se trata de un arte japonés vinculado al arte floral con una técnica similar a la de los bonsáis. En este post queremos contaros las singularidades de esta técnica tan impactante.
Si no centramos en su etimología, podríamos traducirlo como bola de musgo. Koke significa musgo y dama, bola. Por lo tanto, esta técnica se centra en dar formas creativas a una bola de musgo. Es decir, se trata de una planta cultivada en una bola de musgo sin macetero.
Aunque podríamos utiizar esta técnica casi con cualquier planta, los expertos la hacen especialmente recomendada para las distintas variedades de helechos, para la Thuja Orientalis y para el Musgo Bola.
Los helechos son cada vez más un elemento imprescindible en cualquier proyecto de decoración de espacios, tanto para hogares como para espacios de trabajo.
La Thuja Orientalis, de la familia de las coníferas y caracterizada por sus hojas verdes y dispuestas en pares decusadas y alternadas, también es perfecta para este antiguo arte japonés.
La bola de musgo por tanto se convierte en el recipiente de las plantas, actuando este como su macetero.
Como no podría ser de otra forma, la técnia Kokedama también se aplica con materiales preservados. Gracias a sus propiedades, no necesitan ni luz ni agua, las plantas preservadas son una elección muy interesante para crear un musgo bola con esta técnica. Además, al no crecer, no solo pueden durar mucho tiempo dentro de la bola, si no que no necesitarán mantenimiento.
¿Te atreves a crear tu propio kokedama? En el siguiente post te mostraremos como hacerlo.
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